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La adolescencia trae consigo una serie de experiencias vitales que, para bien y para mal, afectan al modo en el que los más jóvenes interpretan el mundo, se interpretan a sí mismos y desarrollan estilos de comportamiento y de gestión de sus emociones.

La adolescencia es una de las etapas del desarrollo humano más estudiadas en el ámbito de la Psicología debido a la gran cantidad de cambios físicos, cognitivos y emocionales que se producen en ella y a la importancia que esta tiene en la fase de la adultez. Se estima que uno de cada cinco niños presentará durante su infancia o adolescencia algún trastorno conductual. La prevalencia es mayor en chicos que en chicas en edades comprendidas entre los 13 y los 16 años.

5 problemas de conducta más frecuentes en adolescentes

1. Explosiones de ira

Las conductas agresivas son habituales en muchos adolescentes, y esto facilita que se produzcan muchas peleas y discusiones frecuentes entre personas de la misma edad o incluso con mayores. Es fruto de la falta de habilidades para gestionar sus emociones y para canalizar su enojo de una manera constructiva y orientada a la búsqueda de soluciones concretas.

La agresividad puede verse facilitada por una gran variedad de factores, desde los cambios fisiológicos y hormonales propios de la edad, hasta una frustración personal por el estrés vinculado a las tareas de la escuela, la insatisfacción con el propio cuerpo (que cambia rápidamente y a veces de manera “poco ordenada”) el sentimiento de incomprensión ante personas de otras generaciones, etc.

2. Evitación de responsabilidades

Otro de los problemas de conducta más habituales asociados a la etapa adolescente es la evitación de todo tipo de responsabilidades propias de su edad, ya sea por miedo a no saber llevarlas a cabo y a fracasar, o simplemente por una falta de interés o de preocupación.

Huir de cualquier actividad que ponga a prueba su rendimiento también puede ser un signo de que el adolescente se siente desorientado en un período a caballo entre la infancia y la etapa adulta. Por ello, es importante darles apoyo para que, a partir de nuestras instrucciones y ejemplos, vayan siendo capaces de aprender nuevas tareas del hogar o incluso del cuidado de sus hermanos.

3. Conductas demasiado erráticas

La conducta errática y poco coherente es una de las características clásicas de la adolescencia, y se explica porque la persona está intentando crear su propia personalidad y al mismo tiempo lidiar con la desorientación y la falta de referentes que muchos jóvenes experimentan. Por eso, no es raro que de una semana para otra pasen a comportarse como si fuese el personaje de una obra de ficción, lo cual encorseta su libertad y desorienta a sus familias.

Estos cambios de conducta y de rumbo constante en el día a día del adolescente suelen generar confusión o malestar en sus padres y a la larga puede acabar en discusiones o conflictos habituales entre padres e hijos.

4. Desafío a las figuras de autoridad

Además de desafiar a los padres, las personas adolescentes tienen cierta tendencia a desafiar cualquier otra figura de autoridad que se interponga en su camino, ya sean profesores, otros familiares e incluso a policías.

Este fenómeno posibilita en algunos adolescentes la aparición de conductas contrarias a las normativas básicas de convivencia y civismo, de absentismo escolar e incluso de actividades delictivas.

Este es uno de los problemas más complejos de abordar, y por eso, en líneas generales, se recomienda que las familias recurran a los psicólogos expertos en terapia infanto-juvenil para evitar que estas dinámicas lastren el desarrollo de sus hijos y les lleve al fracaso escolar.

5. Aislamiento social

Durante la adolescencia es habitual que existan algunos problemas de autoestima que afecten de manera significativa al estado de ánimo de la persona. Este fenómeno, asociado al miedo al rechazo o al fracaso que sienten la mayoría de adolescentes, puede facilitar que exista una tendencia a aislarse socialmente y encerrarse en sí mismos durante un largo período de tiempo.

Ante esto, desde las familias se puede, además de recurrir al psicólogo, hacer lo posible porque el chico o chica pueda conocer a otros jóvenes de su edad con aficiones similares; no hay motivo por el que deba restringir su vida social a la escuela.

 

El estilo parental basado en la confianza favorece que los niños participen en la configuración de expectativas y el establecimiento de reglas familiares. Con este estilo de crianza de los hijos, en oposición a la crianza autoritaria (en la que los progenitores toman decisiones con el mínimo aporte de sus hijos) o la paternidad permisiva (en la que los progenitores establecen pocos límites) es más probable promover comportamientos maduros.

El consumo de sustancias o drogas es un desencadenante frecuente de los problemas de comportamiento y supone trastornos que requieren un tratamiento específico. Los problemas de comportamiento también pueden ser síntomas de trastornos de aprendizaje, depresión u otros trastornos mentales. Estos trastornos suelen requerir terapia y los adolescentes con trastornos de salud mental pueden beneficiarse del tratamiento con medicamentos.


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Hoy 30 de noviembre es el Día de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Actualmente son muchas las personas, organizaciones e instituciones que se unen y movilizan para concienciar a la población sobre estos trastornos y el sufrimiento que padecen tanto los enfermos, como sus familias.

¿Qué son los TCA?

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en relación con el peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros. Debido a estas alteraciones alimentarias, se pueden desencadenar enfermedades físicas importantes y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición).

Entre los TCA más conocidos se encuentran: La bulimiala anorexia nerviosala ortorexia, el trastorno por atracón y la vigorexia.

¿Sabías que según recientes estudios los Trastornos Alimentarios afectan en torno a un 10% de la población con edades cercanas a la adolescencia?

Se calcula que en España hay, en conjunto, 400.000 casos de trastornos de la conducta alimentaria. No hay cifras de cuántos de ellos afectan a individuos con más de 20-30 años, pero los psicólogos aseguran que son más frecuentes de lo que pensamos.

Aumento de los casos de TCA

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades mentales de gran complejidad. Como tales, no solo se ven determinadas por aspectos biológicos, sino también por motivos sociales, culturales, genéticos, psicológicos e individuales.

Según un estudio publicado recientemente en la revista Pediatrics, durante la pandemia de covid-19 se ha observado un aumento significativo de casos de TCA en adolescentes.

La emergencia sanitaria ha agravado los problemas de salud mental, incluyendo el empeoramiento de los síntomas relacionados con los TCA. También el grado de angustia y malestar significativo y la sensación de negatividad y hostilidad.

La pandemia dispara los casos de anorexia en niños y jóvenes

Aumentan un 20% los ingresos por trastornos de alimentación en el Hospital Niño Jesús.  Algunas medidas preventivas adoptadas durante la pandemia “como el confinamiento prolongado, el aislamiento social o el cierre de las escuelas han podido afectar al bienestar físico y mental de los niños y adolescentes, o precipitar y agravar algunos problemas mentales previos.

Con respecto a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), han influido varios factores para su inicio o agravamiento, como la modificación de las actividades o rutinas de la vida diaria, en cuanto a la alimentación, ejercicio físico, horarios de sueño o actividades extraescolares”, explica Montserrat Graell Berna, Jefa de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Universitario Niño Jesús.

 

Síntomas a tener en cuenta

Para asegurar que la persona sufre algún trastorno alimentario es necesario una evaluación psicológica, no obstante, existen síntomas y situaciones que nos pueden ayudar a detectar que algo ocurre y en ese caso acudir a un experto.

  • Utilización injustificada de dietas restrictivas.
  • Estado de preocupación constante por la comida.
  • Sentimiento de culpa por haber comido.
  • Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de cada comida.
  • Aumento de la frecuencia y cantidad de tiempo en el baño.
  • Evitar comidas en familia o con amigos.
  • Rapidez con la que se acaba la comida de casa.
  • Comida escondida, por ejemplo, en su habitación.
  • Grandes cantidades de restos de comida, envoltorios, etc. en su habitación o en la basura.
  • Pérdida o ganancia de peso súbita e injustificada.
  • Miedo y rechazo exagerado al sobrepeso.
  • Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva con el único objetivo de adelgazar. O bien, en casos de trastorno por atracón, práctica nula de actividad física.
  • Consumo de laxantes y diuréticos.
  • Amenorrea(desaparición del ciclo menstrual durante, como mínimo, 3 meses consecutivos) si es mujer, como síntoma debido a la desnutrición.
  • Otros síntomas físicos debidos a la desnutrición: frío en las manos y pies, sequedad de la piel, estreñimiento, palidez o mareos, caída de cabello, etc.

En Proyecto3 Psicólogos somos conscientes de la importancia que estos trastornos tienen para nuestra salud. Por eso, recomendamos poner solución cuanto antes a través de un tratamiento adaptado a cada paciente.


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16 agosto, 2022 General0

El verano es una de las épocas más deseadas del año, llega el buen tiempo, podemos disfrutar de las ansiadas vacaciones…Es una época muy esperada por mucha gente que está deseando la llegada del verano para disfrutar y pasarlo bien. Pero atención, en los meses de verano no debemos bajar la guardia, también podemos encontrar problemas psicológicos relacionados con esta época tan característica.

Por ello, vamos a comentar cuáles son los trastornos más habituales en verano y cómo podemos cuidar nuestra salud mental durante esta época del año.

 

Trastornos más afectados por el verano

Los Trastornos Afectivos Estacionales

Los Trastornos afectivos estacionales, hacen referencia a una forma de depresión que, por norma general se presenta con los cambios de estación, comenzando y terminando aproximadamente siempre en las mismas fechas.

La sintomatología depresiva incluye tristeza y falta de motivación, perdida de interés en las actividades que generalmente causan bienestar, falta de energía, trastornos del sueño y del apetito, dificultad de concentración etc.

En términos generales, es común que este tipo de trastornos afectivos estacionales mejoren con la llegada del buen tiempo ya que, la exposición a la luz estimula la melatonina y la serotonina, que influyen directamente en el cerebro. Esto, unido a que por las características de la estación sea más frecuente la vida social activa, favorecen el buen pronóstico y la mejoría de los pacientes.

 

El Trastorno Bipolar y los cambios estacionales

Se calcula que alrededor del 25% de los pacientes con Trastorno bipolar presenta un curso estacional. El buen tiempo, en las enfermedades mentales como los cuadros maníacos, no tiene efectos positivos, ya que suele generar una sobreexcitación y con ella, el empeoramiento de estos pacientes.

Los episodios maniacos suelen surgir durante la primavera o el verano, mientras que los cuadros depresivos son más comunes en los meses de otoño e invierno. A finales de verano y principios de otoño suelen presentarse cuadros mixtos. Igualmente, los factores meteorológicos suelen tener repercusión sobre este trastorno.

 

Trastornos relacionados con la imagen Corporal

La obsesión por la imagen se ha convertido en un gran problema en la sociedad actual, fomentando la aparición de enfermedades relacionadas directamente con la autopercepción corporal y la imagen de la persona.

Patologías mentales, como la anorexia, la bulimia, la vigorexia, la dismorfia corporal se ven directamente afectadas por el cambio de estación y la llegada del verano. El aumento de las temperaturas trae consigo una mayor muestra de nuestros cuerpos, y este hecho, puede provocar en estos pacientes un agravamiento de sus síntomas.

Además, estos pacientes, puede sufrir otros trastornos mentales asociados tales como como ansiedad, depresión, fobias etc.

 

Consejos para cuidar la salud mental en verano

  • Utilizar este tiempo de vacaciones para bajar el ritmo, aprovechar estas vacaciones para reflexionar lo que ha pasado en estos últimos 7 meses, que cosas que sucedieron y como han afectado, cambiado o modificado nuestras vidas.

 

  • Comer bien, y crear una rutina saludable alrededor de la cocina. Cocinar en familia es una actividad maravillosa que permite mejorar nuestra relación con la comida y entre todos.

 

  • Hacer ejercicio físico, encuentra el deporte que te guste y motive y ponte unos objetivos razonables.

 

  • Desconectar de la tecnología. La cuarentena propició el uso continuado de las pantallas en toda la población. Perdiendo el poder de la palabra, la presencia y las relaciones interpersonales con contacto físico, siendo estos factores protectores de nuestra salud mental y física.

 

  • Aprender algo nuevo, algo creativo, artístico que te motive.

 

  • Toma el sol un rato al día, ya sea desde tu balcón o en la caminata diaria. La vitamina D es medicina.

 

El verano y los jóvenes ¿Cómo les afecta?

El verano, lejos de ser un periodo de relajación y descanso para los jóvenes españoles tras todo un año de estudio, en muchas ocasiones puede favorecer la aparición o desarrollo de problemas de salud mental asociados a esta época.

Los más comunes son el incremento de los trastornos de la conducta alimentaria, un aumento en el uso de pantallas, el incremento del consumo de sustancias como alcohol, tabaco y cannabis, o cuadros de ansiedad por expectativas incumplidas, según indica el Dr. José Ángel Alda, jefe de Sección de Psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

Además, la cuarentena y la nueva normalidad a raíz de la pandemia del COVID-19 también han afectado a los jóvenes, generando una sensación de “pérdida de su adolescencia” y propiciando el pánico al contagio.

La situación cada vez preocupa más. Los pacientes adolescentes atendidos en urgencias por motivos de salud mental han casi duplicado los registros del primer trimestre del año con respecto a los de 2020. Además, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte entre los más jóvenes.


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21 junio, 2022 General0

La Organización Mundial de la Salud publicó el pasado mes de marzo un informe científico en el que muestra los hallazgos hasta ahora conocidos sobre las consecuencias que ha tenido la COVID-19 en la salud mental y en la disponibilidad y acceso a servicios de salud mental durante la pandemia.

La pandemia ha afectado especialmente a la salud mental de los jóvenes, los cuales tuvieron un mayor riesgo de suicidio y autolexiones. También las mujeres y las personas con problemas de salud física tales como el asma, el cáncer, o los trastornos cardiacos, han tenido mayor probabilidad de desarrollar problemas de salud mental.

Los efectos de la pandemia sobre la salud mental de los jóvenes

A lo largo de los últimos años y, en especial, desde el inicio de la pandemia por COVID-19 en el año 2020, la salud mental de los niños y adolescentes en España se ha deteriorado. Antes de la pandemia ya se estimaba que en torno al 10% de los niños y al 20% de los adolescentes sufría trastornos mentales, con consecuencias que se pueden prolongar a lo largo de toda su vida.

El confinamiento domiciliario de hace dos años, y las posteriores medidas de restricción que se alargaron hasta hace prácticamente unos meses, han supuesto un hecho traumático que ha interrumpido el normal desarrollo vital de una población tan vulnerable como la infancia y la adolescencia.

La situación de incertidumbre, la sensación de estar desperdiciando un tiempo valioso y el aislamiento de amistades y compañeros se citan como algunas de las sensaciones que desencadenan la aparición de trastornos psicológicos y pensamientos autolítico.

En la actualidad, los adolescentes presentan más ansiedad, síntomas depresivos, autolesiones y conductas suicidas. Así lo ha constatado el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia, del que forman parte la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), dependiente de la Asociación Española de Pediatría; la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

Importancia de la salud mental 

De la misma forma que cuando los niños tienen problemas físicos de salud, tanto las familias como la escuela se dan cuenta muy pronto y que las actividades para concienciar sobre la importancia de la salud física son muy comunes en todas partes, es necesario prestar la misma atención al identificar aquellos síntomas que nos indican que un joven podría estar sufriendo un trastorno mental.

Es una realidad incontestable que, a menudo, reducimos los episodios de ansiedad o angustia a experiencias sin importancia que se resolverán simplemente con el paso del tiempo. Pero con esta forma tan común de significar el sufrimiento del otro sólo se agrava el problema y se contribuye a la invisibilización de los trastornos mentales.

 

Proyecto3 Psicólogos

Si necesitas la ayuda de expertos en el cuidado de tu salud emocional en Proyecto3 Psicólogos podemos ayudarte. Somos un equipo interdisciplinar conformado por psicólogos, psiquiatras, neuropsicólogos, logopedas, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas. Ofrecemos tratamiento a pacientes de todo tipo (adultos, parejas, jóvenes y niños) con una amplia diversidad de problemas más o menos frecuentes.


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29 mayo, 2020 Actividades0

¿Qué es lo que más apetece ahora? Reunirse y disfrutar de un buen desayuno o merienda. Y si además le sumamos un objetivo que ayude a ordenar mis emociones, sentirme mejor, compartir con otros lo que llevo dentro, desahogarme…

Charlas dirigidas por un psicólogo donde se programarán y trabajarán herramientas y estrategias emocionales en grupos reducidos:
– Grupos de preadolescentes y adolescentes para el refuerzo de la autoestima, habilidades sociales, control de la frustración, toma de decisiones y desarrollo personal.
– Grupos de adultos: ofrecemos grupos de temáticas variadas como la gestión del duelo, el manejo de la ansiedad o la exposición a situaciones traumáticas.

¿Cuándo?: Última semana de junio, todo el mes de julio y la primera semana de septiembre.

Horario: desayunos de 9 a 10.30h / meriendas de 17 a 18.30h
Precio: desde 60€
*También existe el formato de grupos on-line.

Si quieres más información, contacta con nosotros en el +34 655 80 67 61 o a través de secretaria@proyecto3psicologos.com


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