Hoy 30 de noviembre es el Día de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Actualmente son muchas las personas, organizaciones e instituciones que se unen y movilizan para concienciar a la población sobre estos trastornos y el sufrimiento que padecen tanto los enfermos, como sus familias.
¿Qué son los TCA?
Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en relación con el peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros. Debido a estas alteraciones alimentarias, se pueden desencadenar enfermedades físicas importantes y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición).
Entre los TCA más conocidos se encuentran: La bulimia, la anorexia nerviosa, la ortorexia, el trastorno por atracón y la vigorexia.
¿Sabías que según recientes estudios los Trastornos Alimentarios afectan en torno a un 10% de la población con edades cercanas a la adolescencia?
Se calcula que en España hay, en conjunto, 400.000 casos de trastornos de la conducta alimentaria. No hay cifras de cuántos de ellos afectan a individuos con más de 20-30 años, pero los psicólogos aseguran que son más frecuentes de lo que pensamos.
Aumento de los casos de TCA
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades mentales de gran complejidad. Como tales, no solo se ven determinadas por aspectos biológicos, sino también por motivos sociales, culturales, genéticos, psicológicos e individuales.
Según un estudio publicado recientemente en la revista Pediatrics, durante la pandemia de covid-19 se ha observado un aumento significativo de casos de TCA en adolescentes.
La emergencia sanitaria ha agravado los problemas de salud mental, incluyendo el empeoramiento de los síntomas relacionados con los TCA. También el grado de angustia y malestar significativo y la sensación de negatividad y hostilidad.
La pandemia dispara los casos de anorexia en niños y jóvenes
Aumentan un 20% los ingresos por trastornos de alimentación en el Hospital Niño Jesús. Algunas medidas preventivas adoptadas durante la pandemia “como el confinamiento prolongado, el aislamiento social o el cierre de las escuelas han podido afectar al bienestar físico y mental de los niños y adolescentes, o precipitar y agravar algunos problemas mentales previos.
Con respecto a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), han influido varios factores para su inicio o agravamiento, como la modificación de las actividades o rutinas de la vida diaria, en cuanto a la alimentación, ejercicio físico, horarios de sueño o actividades extraescolares”, explica Montserrat Graell Berna, Jefa de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Universitario Niño Jesús.
Síntomas a tener en cuenta
Para asegurar que la persona sufre algún trastorno alimentario es necesario una evaluación psicológica, no obstante, existen síntomas y situaciones que nos pueden ayudar a detectar que algo ocurre y en ese caso acudir a un experto.
- Utilización injustificada de dietas restrictivas.
- Estado de preocupación constante por la comida.
- Sentimiento de culpa por haber comido.
- Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de cada comida.
- Aumento de la frecuencia y cantidad de tiempo en el baño.
- Evitar comidas en familia o con amigos.
- Rapidez con la que se acaba la comida de casa.
- Comida escondida, por ejemplo, en su habitación.
- Grandes cantidades de restos de comida, envoltorios, etc. en su habitación o en la basura.
- Pérdida o ganancia de peso súbita e injustificada.
- Miedo y rechazo exagerado al sobrepeso.
- Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva con el único objetivo de adelgazar. O bien, en casos de trastorno por atracón, práctica nula de actividad física.
- Consumo de laxantes y diuréticos.
- Amenorrea(desaparición del ciclo menstrual durante, como mínimo, 3 meses consecutivos) si es mujer, como síntoma debido a la desnutrición.
- Otros síntomas físicos debidos a la desnutrición: frío en las manos y pies, sequedad de la piel, estreñimiento, palidez o mareos, caída de cabello, etc.
En Proyecto3 Psicólogos somos conscientes de la importancia que estos trastornos tienen para nuestra salud. Por eso, recomendamos poner solución cuanto antes a través de un tratamiento adaptado a cada paciente.