Tu hijo no atiende en clase, no muestra interés por nada, se comporta de forma hiperactiva…Quizás padece TDAH. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un problema de salud mental que suele aparecer en la infancia, generalmente a partir de los 7 años, y que está clasificado como un trastorno de conducta. Se caracteriza, de ahí su denominación, porque los niños se muestran hiperactivos (una actividad física excesiva), impulsivos y tiene problemas para mantener la atención en una única actividad de forma continuada.
Mañana 27 de octubre se celebra el Día Nacional del TDAH y octubre el mes europeo de sensibilización del TDAH, donde las asociaciones que trabajan a favor de este trastorno organizan diversas actividades, con el objetivo de concienciar sobre estas patologías y darles la visibilidad e importancia que merecen.
Síntomas en los niños
- Falta de atención. Los niños con falta de atención (que se distraen con facilidad) tienen problemas para centrar la atención, concentrarse y mantenerse bien enfocados en una tarea. Pueden no escuchar bien las instrucciones, se pueden perder detalles importantes y pueden no terminar lo que empiezan.
- Hiperactividad. Los niños hiperactivos son inquietos, incansables, no saben estarse quietos y se aburren con facilidad. Pueden tener dificultades para estar sentados y quietos o para estarse callados cuando es necesario. Es posible que hagan las cosas a prisa y corriendo y que cometan errores por descuido. P
- Impulsividad. Los niños impulsivos actúan demasiado rápido antes de pensar. Interrumpen a menudo, pueden empujar o agarrar a otros y tener dificultades para esperar. Pueden hacer cosas sin pedir permiso, agarrar cosas que no les pertenecen o actuar de maneras arriesgadas.
El TDAH en los adultos puede llevar a relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo o en la escuela, baja autoestima y otros problemas. Los síntomas comienzan en la primera infancia y continúan en la adultez. En algunos casos, el TDAH no se reconoce ni se diagnostica hasta que la persona es un adulto. Los síntomas en adultos pueden no ser tan claros como los síntomas que presentan los niños.
El TDAH en cifras
- El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una patología psiquiátrica que padece entre un 2 y un 5% de la población infantil.
- Se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la Psiquiatría Infanto-Juvenil, constituyendo cerca del 50% de su población clínica.
- El TDAH es crónico y comienza a revelarse antes de los 7 años. Tiende a ser diagnosticado y tratado insuficientemente.
- En los países en donde se aplican con mayor frecuencia tratamientos para el TDAH, las tasas de prescripción médicas sólo representan entre el 3 y el 7 % de los niños que se cree que padecen este trastorno, e incluso menos del 4% estimado de los adultos que lo sufren.
¿Cómo se trata el TDAH?
- Medicamentos. Son fármacos que activan la capacidad del cerebro para prestar atención, calmarse y usar más el autocontrol.
- Terapia conductual. Los terapeutas pueden ayudar a los niños a desarrollar las habilidades sociales, emocionales y de planificación que tienen poco desarrolladas debido al TDAH.
- Entrenamiento de los padres. Por medio del entrenamiento, los padres aprenden mejores maneras de responder a los problemas de comportamiento que forman parte del TDAH.
- Apoyo en la escuela. Los profesores pueden ayudar a los niños con TDAH a rendir más y a disfrutar más en la escuela.
Un tratamiento adecuado ayuda a mejorar el TDAH. Los padres y profesores pueden enseñar a los niños pequeños a controlar y a gestionar mejor su atención, su comportamiento y sus emociones. A medida que van creciendo, los niños deben aprender a mejorar su capacidad de prestar atención y su autocontrol.
Cuando no se trata el TDAH, a los niños les resulta muy difícil salir adelante. Esto puede derivar en una baja autoestima, depresión, comportamiento oposicionista, fracaso escolar, conductas de riesgo o conflictos familiares.
Tratamiento de TDAH en Proyecto3 Psicólogos
La medicación no es el único método para ayudar a pacientes con esta patología. Cada paciente necesita que su caso sea estudiado de forma individual.
Nuestro modelo tiene un claro enfoque interdisciplinar lo que nos diferencia de otros tratamientos. Tenemos una visión global de la persona y atendemos su necesidad desde todas las perspectivas: psicológica, cuando existen necesidades emocionales, conductuales o personales; neuropsicológica cuando existen problemas cognitivos, atencionales; logopédica cuando detectamos problemas concretos de aprendizaje de la lectoescritura o la expresión y desde terapia ocupacional cuando la dificultad afecta a habilidades motoras y actividades de la vida diaria.
En nuestros tratamientos, hemos generado un protocolo integrador donde trabajamos con la persona y sus contextos principales. La familia y el colegio o su entorno laboral forman parte del tratamiento y planteamos objetivos con cada uno de ellos.