Seguro que has oído hablar de la bulimia e incluso conoces a alguna persona que la padece o has visto ejemplos en series y películas…Pero, ¿sabes realmente en qué consiste este trastorno y cómo afecta a las personas? La bulimia es un trastorno de alimentación, uno de los denominados TCA (trastornos de la conducta alimentaria).
¿Afecta la bulimia nerviosa solo a mujeres adolescentes? ¿La persona con bulimia sufre siempre de obesidad? ¿Es el miedo a ganar peso la causa principal de la bulimia? ¿Es un trastorno crónico?
Los mitos y el desconocimiento entorno a la bulimia contribuyen a mantener el problema en quien lo padece, y dificultan que la sociedad comprenda la complejidad de este trastorno, y actúe, de un modo conveniente y saludable, en primer lugar, con las personas con bulimia, pero también, con el entorno familiar, que sufre las consecuencias de esta enfermedad.
Bulimia Nerviosa
Se caracteriza principalmente por episodios de atracones, en los que se ingiere una gran cantidad de comida en un espacio de tiempo reducido y que supone una sensación de falta de control sobre el alimento ingerido. Tras estos episodios, se intentan compensar los efectos de estos mediante vómitos autoinducidos.
Suele ser un trastorno alimentario oculto, que pasa desapercibido y que conlleva a una preocupación extrema por el peso y la figura, una gran insatisfacción con uno mismo acompañado de sentimientos de culpabilidad, así como un patrón de impulsividad e inestabilidad emocional.
Síntomas de la bulimia
Es habitual que la persona bulímica tenga un peso totalmente normal, pero que se vean a sí mismas con sobrepeso. Así, los signos más habituales de la bulimia son:
- Repetir episodios de ingerir cantidades excesivas de alimentos en una única vez
- Durante el atracón, la persona tendrá una pérdida de control, sin poder dejar de comer o sin ser capaz de controlarlo
- Tras un atracón, forzar el vómito
- Hacer ejercicio excesivo para no aumentar el peso
- Utilizar laxantes, diuréticos después de comer
- Ayunar
Consecuencias físicas de la bulimia
- Cara hinchada.
- Ulceraciones o callos en el dorso de las manos –en los nudillos–.
- Caries y erosiones o decoloración en el esmalte –producido por los ácidos del estómago–.
- Hipertrofia de las glándulas parótidas.
- Debilidad muscular.
- Edemas.
- Distensión abdominal.
- Arritmias cardiacas.
- Daños en el esófago.
- Fallo cardíaco.
- Alteraciones digestivas.
- Úlceras pépticas y pancreatitis.
- Irregularidades hormonales.
En Proyecto3 Psicólogos somos conscientes de la importancia que estos trastornos tienen para nuestra salud. Por eso, recomendamos poner solución cuanto antes a través de un tratamiento adaptado a cada paciente.
Te invitamos a contactar con nosotros lo antes posible si tú o alguien de tu entorno sufre trastornos de alimentación. En Proyecto3 Psicólogos estamos encantados de poder ayudarte.