Estimulación cognitiva para personas con síndrome de Down
En el caso de las personas con síndrome de Down, igual que en el resto de la población, la estimulación cognitiva ayuda a mejorar la memoria, la atención, las funciones ejecutivas o el lenguaje y, de esta forma, previene el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Estimulación cognitiva
Desde el punto de vista de la estimulación cognitiva, el concepto de plasticidad cerebral es importante porque, bajo los efectos de estimulaciones apropiadas y constantes, llevando a cabo una práctica y una repetición sistematizadas, el cerebro puede modificar favorablemente su estructura y funcionamiento, ofreciendo la posibilidad de optimizar el rendimiento y las capacidades cognitivas (Bruna et al., 2011; Muñoz et al., 2009).
Las personas con síndrome de Down (SD) muestran una excelente capacidad social desde pequeños además de expresión corporal, sin embargo, a menudo presentan dificultades por ejemplo en el lenguaje o memoria.
Existen distintas formas de memoria como la operativa, que sustenta la actividad consciente que utilizamos para escuchar, ver, recordar, pensar y razonar. Los niños con SD generalmente se muestran más perceptivos si la información les llega de forma visual que si es verbal (auditiva).
¿Qué métodos existen?
Hay muchas formas de realizar estimulación cognitiva y algunas las llevamos a cabo en nuestro día a día sin ser conscientes. Pero existen distintos programas enfocados en trabajar distintas funciones como el lenguaje, comportamiento y función ejecutora (atención), que en el caso de SD son los que nos interesa mejorar y mantener.
El juego es una de las mejores herramientas para favorecer el aprendizaje de los más pequeños. Así como para estimular y potenciar toda clase de capacidades y habilidades cognitivas.
Los niños con síndrome de Down no suelen presentar esa iniciativa propia a la hora de iniciar el juego, por lo que se recomienda la colaboración y apoyo de otra persona. Debido a las características físicas y psicológicas propias de este síndrome el niño puede manifestar ciertas dificultades para aprender a jugar.
Al igual que ocurre con el resto de los niños, cada etapa de la vida del niño con síndrome de Down se caracteriza por la adquisición y desarrollo de una serie de competencias, por lo es recomendable que los juegos estén adaptados a estos períodos de la infancia.
A partir de los 3 años de edad, el niño con síndrome de Down ya suele poseer las capacidades de lenguaje y motoras necesarias para realizar un gran número de actividades con ellos. A partir de esta edad, es recomendable realizar juegos que potencien todas y cada una de las capacidades cognitivas.
Estimulación cognitiva para personas con síndrome de Down
A continuación presentamos una serie de actividades clasificadas según el área cognitiva que pretenden estimular en los niños con síndrome de Down.
1. Estimulación de la psicomotricidad
Los juegos que potencien el desarrollo de la motricidad gruesa y fina ayudan a fortalecer la musculatura de las manos y las extremidades, lo cual conforma la base del desarrollo de su propia autonomía.
- Adivinar la forma
Este ejercicio es de gran utilidad para potenciar la motricidad fina así como también la memoria y la atención. Para ello, suministramos al niño una hoja con una serie de líneas de puntos que tiene que unir punteando con un punzón.
El niño deberá puntear el contorno del dibujo intentando no salirse. A continuación, podemos preguntar al niño de qué forma u objeto de trata.
2. Estimulación del lenguaje
Al igual que la capacidad para moverse de forma autónoma, la potenciación de las habilidades que posibilitan el lenguaje es esencial en los niños con síndrome de Down a la hora de ganar mayor independencia.
- Actividades de teatro y representación
Con el objetivo de trabajar tanto la fluidez en el lenguaje, como la memoria y la interacción con otras personas, podemos escenificar pequeñas representaciones o teatros en el que el niño deba recitar pequeñas líneas o frases. También podemos pedirle que lea fragmentos de textos en voz alta mientras gesticula.
Estas historias pueden mostrar escenas de la vida cotidiana, ya que esto facilitará también al niño la capacidad de improvisación.
3. Estimulación de la atención y memoria
Fomentar la atención en niños con síndrome de Down favorecerá su interacción con el medio y potenciará otras habilidades como la memoria y el lenguaje.
- Emparejar las cartas boca abajo
En esta actividad dispondremos de una baraja de cartas cuyos dibujos se puedan emparejar de dos en dos. Se colocan las cartas delante del niño boca abajo y le pedimos que empareje las cartas.
4. Estimulación de la autonomía
A lo largo de la vida del niño se le presentarán un gran número de situaciones en los que el hecho de gozar de una gran autonomía le permitirán ser independiente y poder realizar todo tipo de actividades e interacciones por él mismo.
- Jugamos a las compras
Los juegos y representaciones que impliquen simular actividades de la vida cotidiana como realizar cualquier compra permitirán al niño aprender a cómo interactuar en dichas situaciones, así como le otorgarán autonomía a la hora de realizar operaciones con monedas y billetes, y gestionar su propio dinero.
Nuestro modelo tiene un claro enfoque interdisciplinar lo que nos diferencia de otros tratamientos. Tenemos una visión global de la persona y atendemos su necesidad desde todas las perspectivas: psicológica, cuando existen necesidades emocionales, conductuales o personales; neuropsicológica cuando existen problemas cognitivos, atencionales; logopédica cuando detectamos problemas concretos de expresión, deglución o articulación del lenguaje y desde terapia ocupacional cuando la dificultad afecta a habilidades motoras y actividades de la vida diaria. Además, contamos con el trabajo sobre Integración Sensorial, tan necesario en estos perfiles de pacientes.