¿Eres capaz de ponerte en el lugar del otro? Esta es una pregunta a la que todos querríamos contestar que sí, pero no todo el mundo es capaz de hacerlo. No todos podemos ser empáticos.
¿Qué es la empatía?
Es la capacidad para entender los sentimientos y las emociones de una persona incluso cuando lo está pasando mal. Lo importante es no confundirla con emociones como la compasión, puesto que en este último caso la persona, aparte de ponerse en el lugar del otro, también intenta ponerle fin a su sufrimiento. Es decir, la empatía es un requisito para la compasión, pero la compasión implica también poner fin al sufrimiento mientras que en la empatía no necesariamente.
Para ser una persona empática hay que reunir una serie de características:
- Sensibilidad y sentir lo que otros sienten. Las personas empáticas son sensibles y entienden los sentimientos de los demás. Sin embargo, en ocasiones esto puede ser un arma de doble filo porque pueden sentirse obligados a involucrarse de manera activa con el otro, aunque el conflicto no tenga que ver con ellos mismos.
- Les gusta escuchar. Escuchan de manera activa, es decir, no se limitan a oír lo que la gente dice. Se concentran en lo que la otra persona les está diciendo, analizan el porqué de que la persona se siente como se siente, lo legitiman y dan respuestas acordes a ello.
- No son extremistas. No creen que todo sea blanco o negro, saben que hay una bonita gama de grises en medio. Por ejemplo, cuando les surge un conflicto no se posicionan fácilmente, intentan buscar respuestas intermedias.
- Son respetuosas y tolerantes. Las personas empáticas respetan las decisiones de los demás, aunque ellos no hubiesen tomado esas mismas decisiones.
Diferencia entre la empatía y la compasión
Frecuentemente se confunde la empatía con otro sentimiento: la compasión. La diferencia entre empatía y compasión es que en el caso de la compasión la persona, además de ponerse en el lugar del otro, también intenta ayudarla poniendo freno a su sufrimiento.
7 maneras de desarrollar la empatía
- Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios. Esto implica ser respetuososcon los demás y no prejuzgar a los demás.
- Prestar atención y mostrar interéspor lo que nos están contando; no es suficiente con saber lo que el otro siente, sino que tenemos que demostrárselo.
- No interrumpir mientras nos están hablandoy evitar convertirnos en expertos que se dedican a dar consejos, en lugar de intentar sentir lo que el otro siente.
- Aprender a descubrir, reconocer y recompensar las cualidades y logrosde los demás. Esto va a contribuir, no solamente a fomentar sus capacidades, sino que descubrirán también nuestra preocupación e interés por ellos.
- Cuando tengamos que dar nuestra opiniónsobre lo que nos están contando, es muy importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir con nuestros comentarios.
- Ten buena predisposición para aceptar las diferencias que hay con los demás, ser tolerantes y pacientescon los que nos rodean y con nosotros mismos.
- El séptimo punto será evaluar tu comportamiento: Para lograr una visión de las reacciones de los demás hacia tu comportamiento y tus acciones, obsérvate a ti mismo.
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