La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos y en Proyecto3 Psicólogos sabemos lo importante que es tener un correcto nivel de autoestima.
La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos y en Proyecto3 Psicólogos sabemos lo importante que es tener un correcto nivel de autoestima.
Una baja autoestima puede afectar al desarrollo y bienestar emocional de las personas. Con nosotros podrás mejorarla y estos son algunos de los muchos beneficios que obtendrás:
Las habilidades sociales juegan un papel decisivo en todo ello y trabajaremos también en su desarrollo. Con nosotros mejorarás tu asertividad: aprender a decir que no, poner en valor nuestros intereses, saber encajar las críticas, etc.
Contamos con un amplio y experimentado equipo de profesionales que te ayudarán a mejorar tu autoestima. Nuestra forma de trabajo está contrastada por años de experiencia y se adaptará siempre a tu casuística concreta:
Sufrir una baja autoestima se puede manifestar de la múltiples formas: falta de confianza en uno mismo, sentimientos de inferioridad, miedo al fracaso, dificultad para expresar las propias necesidades y decir “no”, sentimiento de culpa, focalización en los defectos propios o necesidad de aprobación, entre otras.
La autoestima se va formando desde los primeros años de vida y se va desarrollando a lo largo del tiempo en función de las experiencias que hayamos vivido.
Muchos factores intervienen en su construcción: tanto psicológicos, como educativos (en el entorno familiar, pero también de la escuela) o sociales (amistades, entorno, etc.).
La autoestima nos ayuda a adaptarnos a las nuevas situaciones y a los cambios que surgen en nuestras vidas, permitiéndonos superarlos con satisfacción.
Al creer en nosotros mismos somos capaces de enfrentarnos a esos nuevos desafíos que surgen constantemente en nuestras vidas, mientras que una baja autoestima nos conduce al bloqueo y a la paralización, nos inunda con pensamientos negativos y nos hace ser más recelosos.
Tener una autoestima baja puede guardar relación con otros problemas. De ahí la importancia de aplicar cuanto antes un tratamiento que permita hacer frente a esta situación.
La probabilidad de sufrir depresión o ansiedad se incrementa en la medida en la que nuestra autoestima sea baja. Tampoco es infrecuente encontrarla asociada a trastornos alimenticios como la bulimia, anorexia o la obesidad. Incrementa nuestra tendencia al consumo de sustancias (no solo alcohol y drogas sino también comida). Además, también aumenta el riesgo de padecer adicciones. Una baja autoestima repercute en la manera en la que cuidamos de nosotros mismos: hacer menos ejercicio, prestar poco interés por la salud, etc.