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Hoy 30 de noviembre es el Día de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Actualmente son muchas las personas, organizaciones e instituciones que se unen y movilizan para concienciar a la población sobre estos trastornos y el sufrimiento que padecen tanto los enfermos, como sus familias.

¿Qué son los TCA?

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en relación con el peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros. Debido a estas alteraciones alimentarias, se pueden desencadenar enfermedades físicas importantes y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte (siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición).

Entre los TCA más conocidos se encuentran: La bulimiala anorexia nerviosala ortorexia, el trastorno por atracón y la vigorexia.

¿Sabías que según recientes estudios los Trastornos Alimentarios afectan en torno a un 10% de la población con edades cercanas a la adolescencia?

Se calcula que en España hay, en conjunto, 400.000 casos de trastornos de la conducta alimentaria. No hay cifras de cuántos de ellos afectan a individuos con más de 20-30 años, pero los psicólogos aseguran que son más frecuentes de lo que pensamos.

Aumento de los casos de TCA

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades mentales de gran complejidad. Como tales, no solo se ven determinadas por aspectos biológicos, sino también por motivos sociales, culturales, genéticos, psicológicos e individuales.

Según un estudio publicado recientemente en la revista Pediatrics, durante la pandemia de covid-19 se ha observado un aumento significativo de casos de TCA en adolescentes.

La emergencia sanitaria ha agravado los problemas de salud mental, incluyendo el empeoramiento de los síntomas relacionados con los TCA. También el grado de angustia y malestar significativo y la sensación de negatividad y hostilidad.

La pandemia dispara los casos de anorexia en niños y jóvenes

Aumentan un 20% los ingresos por trastornos de alimentación en el Hospital Niño Jesús.  Algunas medidas preventivas adoptadas durante la pandemia “como el confinamiento prolongado, el aislamiento social o el cierre de las escuelas han podido afectar al bienestar físico y mental de los niños y adolescentes, o precipitar y agravar algunos problemas mentales previos.

Con respecto a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), han influido varios factores para su inicio o agravamiento, como la modificación de las actividades o rutinas de la vida diaria, en cuanto a la alimentación, ejercicio físico, horarios de sueño o actividades extraescolares”, explica Montserrat Graell Berna, Jefa de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Universitario Niño Jesús.

 

Síntomas a tener en cuenta

Para asegurar que la persona sufre algún trastorno alimentario es necesario una evaluación psicológica, no obstante, existen síntomas y situaciones que nos pueden ayudar a detectar que algo ocurre y en ese caso acudir a un experto.

  • Utilización injustificada de dietas restrictivas.
  • Estado de preocupación constante por la comida.
  • Sentimiento de culpa por haber comido.
  • Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de cada comida.
  • Aumento de la frecuencia y cantidad de tiempo en el baño.
  • Evitar comidas en familia o con amigos.
  • Rapidez con la que se acaba la comida de casa.
  • Comida escondida, por ejemplo, en su habitación.
  • Grandes cantidades de restos de comida, envoltorios, etc. en su habitación o en la basura.
  • Pérdida o ganancia de peso súbita e injustificada.
  • Miedo y rechazo exagerado al sobrepeso.
  • Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva con el único objetivo de adelgazar. O bien, en casos de trastorno por atracón, práctica nula de actividad física.
  • Consumo de laxantes y diuréticos.
  • Amenorrea(desaparición del ciclo menstrual durante, como mínimo, 3 meses consecutivos) si es mujer, como síntoma debido a la desnutrición.
  • Otros síntomas físicos debidos a la desnutrición: frío en las manos y pies, sequedad de la piel, estreñimiento, palidez o mareos, caída de cabello, etc.

En Proyecto3 Psicólogos somos conscientes de la importancia que estos trastornos tienen para nuestra salud. Por eso, recomendamos poner solución cuanto antes a través de un tratamiento adaptado a cada paciente.


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17 octubre, 2022 Problemas infantiles0

¿Qué es el autocontrol emocional? 

El autocontrol emocional es aquella capacidad para conseguir gestionar las emociones ante determinados eventos que nos afectan (especialmente, de forma negativa). A través de esta gestión, se consigue controlar también la activación fisiológica del organismo.

Un niño que tiene un buen autocontrol es aquel que puede regular su primer impulso, reflexionar y adaptar su comportamiento a las circunstancias. Obviamente, no se trata de una habilidad fácil de desarrollar. Dicha capacidad se va adquiriendo con los años. Cuando son pequeños, los niños pueden mostrar dificultades para gestionar sus emociones, debido a su inmadurez, falta de experiencia, desarrollo insuficiente del lenguaje… Enfadarse, probar cosas nuevas, preguntar, dudar… todo esto forma parte de su aprendizaje, y constituye una fase normal y necesaria para su desarrollo psicoafectivo.

No obstante, existen diferentes técnicas de autocontrol que son muy eficaces y que pueden ser de gran ayuda para que el niño aprenda a regular su comportamiento. Dichas técnicas están enfocadas a enseñar a los más pequeños a comprender y gestionar sus emociones, con la finalidad de emitir una conducta más adaptativa al respecto.

5 Técnicas de autocontrol para niños

1) Tiempo fuera positivo

Consiste en crear un lugar especial dentro de la casa o el aula, al que el niño/a pueda recurrir para calmarse y volver a su centro (estado emocional equilibrado) cuando se sienta alterado o fuera de control. Este lugar debe ser escogido y decorado en conjunto con el niño/a y debe contener elementos que lo inviten a relajarse y a sentir paz, como por ejemplo: libros, música, juguetes, hojas y colores para dibujar, una pizarra, peluches, plastilina, etc.

2) El semáforo

Es una técnica efectiva para autorregular en los niños comportamientos impulsivos, arranques de ira o agresión y consiste en entrenar al pequeño para que cuando sienta que está por caer en estos comportamientos «actúe» como lo hace un semáforo. ROJO para DETENERSE; es decir, quedarse quieto tal cual lo hacen los coches en la ciudad. AMARILLO para PENSAR lo que está sucediendo y detectar posibles SOLUCIONES y VERDE para ACTUAR llevando a la práctica alguna de esas opciones.

3) Tocar agua o arena

Esta herramienta holística logra que los niños más sensoriales se calmen al estar en contacto con elementos de la naturaleza. Si tu hijo tiene esta sensibilidad, cada vez que se enfade, puedes ofrecerle una pequeña cubeta con agua para que meta sus manitas. También puedes tener una caja o cubeta con arena para que el niño esté en contacto con ella. A muchos les encanta tocar y jugar con la arena porque los distrae y entretiene.

4) Soplar burbujas

Está técnica es para lograr la calma a través del control de la respiración. Consiste en imaginar que se hacen burbujas, para lo cual es necesario controlar la respiración soplando suavemente para que las burbujas se formen. El adulto puede acompañar al niño respirando calmadamente con él para demostrarle cómo se hace. Otra variante es soplar burbujas en un vaso con agua con la ayuda de una pajita.

5) Meditación del globo

Aquí enseñas al niño a sentir su abdomen como un gran globo que se infla y desinfla al respirar. En cada inhalación su tripa se inflará y en cada exhalación se desinflará. Esta consciencia corporal unida a la respiración le proporcionará calma mental.

¿Qué te han parecido? Estas son algunas técnicas rápidas para lograr que el niño desarrolle cierto grado de autocontrol, pero no son suficientes. También es importante que los adultos a su alrededor den el ejemplo, y que el niño comprenda la importancia de regular su comportamiento.

 

En Proyecto 3 Psicólogos somos un equipo interdisciplinar que atiende todas las necesidades educativas, psicológicas y funcionales del desarrollo infantil, juvenil o adulto.


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La mayoría de los padres se preocupan cuando sus hijos no alcanzan los pasos estipulados dentro del desarrollo al mismo tiempo que sus compañeros. Pero si hay un hito en particular que pone nerviosos a la mayoría de los padres cuando no se alcanza, es aprender a hablar.

En este caso, los padres suponen que el retraso en el lenguaje o el trastorno del habla de su hijo tendrá un impacto a largo plazo en la capacidad de su hijo para funcionar con normalidad, social y académicamente. Pero esto no siempre es así.

Síndrome de Einstein: ¿en qué consiste?

Se entiende por síndrome de Einstein un retraso en la aparición del habla; cuando se produce, el niño o niña no cumple los hitos evolutivos que debería haber conseguido según su edad.

Este retraso en el habla o el proceso de maduración más lento no es un marcador de patología, ya que en los niños con síndrome de Einstein observamos altas capacidades intelectuales sobre todo del pensamiento analítico y creativo. Además, también muestran buenas habilidades motrices, una alta capacidad de memoria e intereses restringidos que se refieren a presentar un gran interés por algunos temas.

Es interesante saber que “los habladores tardíos” constituyen casi un 15 % de la población.

El síndrome de Einstein no aparece en ningún manual diagnóstico. Es solo una etiqueta para describir un fenómeno que aparece con frecuencia. Son muchos los niños que tardan bastante en hablar, pero que con el tiempo evidencian altas competencias intelectuales.

Este término fue acuñado por el economista estadounidense Evan Thomas Sowell. Lo popularizó a raíz de su libro Niños que hablan tarde en 1997. Más tarde, publicó otro trabajo junto al doctor Stephen Camarata titulado El síndrome de Einstein: niños brillantes que hablan tarde. Einstein, un gran genio, también fue un hablador tardío, ya que no dijo frases completas hasta los 5 años. El retraso en el habla de Einstein no fue un impedimento para su destreza intelectual y sus impresionantes logros.

No obstante, es importante que ante todo retraso en el desarrollo de una competencia se consulte a un especialista. Una atención temprana es clave en muchos casos para reducir el impacto de algún problema, en caso de que este aparezca.

 

Proyecto3 Psicólogos nace de la experiencia profesional en clínicas interdisciplinares del sector psicológico, pedagógico y de la salud, para obtener una evaluación completa y pormenorizada de nuestros pacientes, siendo nuestra prioridad mejorar tu bienestar en el menor tiempo posible.

Nos distingue un enfoque interdisciplinar desde el que atendemos todas las necesidades educativas, psicológicas y funcionales del desarrollo infanto juvenil o adulto.


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13 enero, 2022 Problemas infantiles0

Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, un trastorno psicológico que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, siendo considerada como la primera causa mundial de discapacidad.

No se trata de un simple decaimiento en el estado de ánimo o emocional, ya que puede conllevar al surgimiento de otras enfermedades como estrés, fobias, ansiedad, trastornos obsesivos y en el peor de los casos conducir al suicidio. La depresión incide notablemente en las tasas de mortalidad. Impacta a personas de todas las edades y de manera muy significativa a adolescentes y personas de la tercera edad.

Depresión infantil: cómo afecta a niños y adolescentes

Se habla de depresión cuando la tristeza se vuelve persistente, o cuando presenta conductas que interfieren con las actividades normales de la vida diaria, afectan a sus intereses, tareas escolares o la vida familiar. Estas son solo algunas señales que pueden indicar que el niño padece depresión infantil.

La depresión infantil puede surgir a causa de «cambios importantes y estrés» como resultado de la pérdida de los padres, un divorcio, problemas familiares, etc.

La depresión extrema puede hacer que el niño piense en el suicidio o planee suicidarse. En los jóvenes de 10 a 24 años, el suicidio es la principal causa de muerte.

Algunos niños quizás no hablen acerca de sus pensamientos de desesperanza e indefensión, y es posible que no parezcan estar tristes. La depresión también podría hacer que un niño cause problemas o actúe sin motivación, de manera que los demás quizás no noten que está deprimido o lo cataloguen de manera incorrecta como alborotador o perezoso.

Síntomas de Depresión infantil

La depresión infantil tiene una sintomatología un tanto diferente a la que manifiestan adultos y adolescentes. Los niños suelen mostrar:

  • Irritabilidad, más que tristeza o desesperanza
  • Reaccionan a la mínima y de una manera desmedida.
  • Tienden a minusvalorarse.
  • Desarrollan fobias.
  • Sufren alteraciones del sueño.
  • Aumento de sensibilidad ante breves separaciones
  • Empiezan a tener problemas en el colegio: suspenden y no hacen los deberes.
  • No les apetece jugar, pierden el apetito, están cansados.

¿Cuáles son las causas de la Depresión infantil?

La depresión infantil, como la mayoría de los trastornos mentales, tiene un origen multifactorial. Entre los muchos factores, la herencia genética juega un papel determinante. Entre el 60 y el 80% de los niños que sufren depresión grave o moderada suelen tener antecedentes familiares de trastornos afectivos.

En el caso de la depresión más leve, pueden influir, entre otras circunstancias, el ambiente familiar inestable, conflictivo, problemas escolares de integración social; o experiencias traumáticas, como pérdidas de personas de referencia, o como por ejemplo, el bullying.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico y tratamiento de los niños con depresión debe realizarse por parte de un equipo de profesionales con experiencia en esta enfermedad. Es un problema relativamente frecuente pero que con el correcto enfoque y tratamiento tiene buenos resultados. El trabajo coordinado con los padres es esencial para conseguir solucionar el problema.

 

En nuestro centro de psicología de Proyecto3 Psicólogos nos reunimos un nutrido equipo de profesionales especializados en tratar con niños y jóvenes de todas las edades. Sea cual sea el problema que te preocupa    referente a tu hijo o hija podemos ayudarte.


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Seguro que has oído hablar sobre el autismo e incluso conoces a algún niño o niña que padece este trastorno, pero ¿conoces en verdad en qué consiste y cómo afecta a las personas que lo padecen?

¿Qué es el autismo?

El trastorno autista es un trastorno de inicio precoz que fue descrito por primera vez en 1943 por Leo Kanner. Cabe destacar, que es una de las alteraciones más graves del desarrollo, la conducta y la comunicación. Se pueden dar alteraciones en los ámbitos de: relaciones sociales, comunicación/lenguaje y espectro restringido de conductas e intereses.

El trastorno del espectro autista comprende afecciones que anteriormente se consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno generalizado del desarrollo.

No se conocen las causas del trastorno del espectro autista. Las investigaciones sugieren que tanto los genes como los factores ambientales juegan un rol importante.

Síntomas

Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera infancia. Otros niños pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se observan a los 2 años.

Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de aprendizaje y algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros niños con este trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta, aprenden rápido, aunque tienen problemas para comunicarse, aplicar lo que saben en la vida diaria y adaptarse a situaciones sociales.

Los síntomas más habituales son:

  • Falta de contacto con el entorno.
  • Movimientos corporales estereotipados.
  • Anomalías en la emisión, forma y contenido del lenguaje.
  • Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.
  • Insistencia irracional en el seguimiento de rutinas.

Tratamiento

Actualmente no existe cura para el autismo, pero un correcto tratamiento puede hacer que la calidad de la persona afectada aumente. En este sentido es esencial destacar que cuanto antes comience la terapia más y mejores resultados tendrá.

Es importante mencionar que no existe un tratamiento universal y válido para todas las personas. Es necesario hacer una evaluación personalizada y realizar un tratamiento orientado a las necesidades de cada persona. Aun así, es importante considerar las siguientes áreas:

  • Terapia cognitiva para la gestión de emociones.
  • Terapia conductual.
  • Orientación familiar.
  • Fisioterapia.
  • Logopedia.

 

En Proyecto3 Psicólogos nos distingue un enfoque interdisciplinar desde el que atendemos todas las necesidades educativas, psicológicas y funcionales del desarrollo infanto juvenil o adulto. En el diagnóstico y tratamiento, establecemos sinergias entre los profesionales desde las diferentes áreas que benefician al paciente; utilizamos nuevas tecnologías aplicadas, técnicas científicamente probadas y mantenemos una estrecha colaboración con familia y colegio.


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Para tener una buena empatía en la edad adulta, es recomendable generar un tipo de apego sano en la infancia. Por eso, es de vital importancia intentar generar un apego seguro entre los niños y los padres. En nuestro bienestar y en nuestra salud mental, el apego tendrá un papel crucial. Por ello, es importante conocer qué es el apego, sus tipos y su influencia en la salud mental y emocional.

¿Qué es el apego?

En lo relativo a los primeros años de vida, se entiende como apego el vínculo emocional y conductual más importante en la primera infancia, además del vínculo afectivo, es decir, el sentimiento que une al niño con una o varias personas del sistema familiar.

En la primera infancia, se crean los primeros lazos afectivos, los primeros aprendizajes y el primer eslabón de la personalidad. En la adolescencia, el vínculo fomentará la autoestima y la percepción del yo, unido al crecimiento personal y madurativo. En la etapa adulta, se ampliará el circulo afectivo y se crearán nuevos vínculos afectivos con personas hasta entonces desconocidas pero que se convertirán en relaciones afectivas como es la pareja.

¿Por qué es tan importante?

El apego es clave en el desarrollo psicológico de un niño y en la formación de su personalidad porque:

  • Es una necesidad del ser humano, tan importante como el comer o el respirar.
  • La calidad del apego influye en su comportamiento y en su desarrollo futuro.
  • Le da seguridad, autoestima, confianza, autonomía, efectividad para enfrentarse al mundo que le rodea.

Tipos de apego

1. Seguro

La figura de apego es el padre o la madre que es capaz de responder adecuadamente a las señales emocionales del niño. En este tipo de apego, el niño comprende bien los sentimientos y los puede regular; buscan la proximidad y contacto; tienen expectativas positivas; muestran actitudes de cooperación y empatía; son fácilmente reconfortados por las figuras de apego; son personas socialmente competentes y muestran una ansiedad normal en separaciones.

2. Ansioso-ambivalente

Lo compone padres que son cariñosos pero no saben entender bien al bebé; juegan menos, hay menos contacto; son duras y egoístas y menos sensibles; responde sólo a las condiciones negativas del niño (si un niño se queja); hay menos contacto. El niño muestra una ansiedad intensa; son difícilmente consolados por la figura de apego; muestra rabia anticipada; no accede a reglas fácilmente; ignoran sus estados emocionales y hay comportamiento antisocial en la adolescencia.

3. Evitativo

Aquí hay padres irresponsables, rechazantes, intolerables con los niños, piensan que todo lo que hace el niño está mal, hay continuas conductas de cólera y rechazo. El niño tiene escasa o nula ansiedad por la separación; no quiere ver a su madre con personas extrañas; evita los rechazos y castigos; el niño nota que no se le quiere, que molesta; son menos cooperativos y más agresivos.

4. Desorganizado

Está presente cuando hay padres que maltratan física y psicológicamente al niño, manipulan a su hijo. El niño está desorientado, se aproxima a la figura de apego pero con evitación de mirada; no están motivados por alcanzar metas o conductas determinadas (están llenos de miedo y angustia); temen a su figura de apego y buscan a otras personas como médicos o enfermeras; son más probables a tener problemas de conducta y de agresividad.

Hay diferentes maneras de estimular o generar un apego seguro entre los progenitores y los niños. Algunas de las recomendaciones más importantes son:

  • Sensibilidad. Responder de forma rápida y apropiada a las señales y peticiones del niño.
  • Actitud positiva. Expresar una emoción positiva y afecto hacia el niño.
  • Sincronía. Estructurar interacciones recíprocas y nuevas con el niño.
  •  Mutualidad. Estructurar interacciones en las que los progenitores y el niño atienden a lo mismo.
  • Atender estrechamente y proporcionar apoyo emocional a las actividades del niño.
  • Estimulación. Dirigir frecuentemente acciones hacia el niño.

El apego tiene un papel muy importante a lo largo de todo el ciclo vital por lo que establecer adecuados vínculos de apego con personas adultas que nos cuiden y eduquen, así como vínculos de amistad con iguales con los que compartamos experiencias y juegos, es fundamental para el desarrollo emocional.


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Si la psicología se centra en el estudio del comportamiento, la psicología infantil se encarga de estudiar el comportamiento del niño, desde su nacimiento hasta su adolescencia. De esta forma, esta rama de la psicología se centra en el desarrollo físico, motor, cognitivo, perceptivo, afectivo y social.

La psicología infantil tiene como objetivo resolver los problemas que puede tener el pequeño, así como lograr establecer en él una autoestima sana, estimular su desarrollo, y dotarle de herramientas eficaces para convertirse en su mejor versión de adultos.

Además, no sólo se trabaja a nivel individual con el niño. Los padres son un elemento crucial para el abordaje de la terapia. También se forma y aconseja a los padres para que sepan comprender y lidiar con las dificultades que presenta el pequeño.

Por otro lado, la psicología infantil también ayuda a identificar aptitudes. De tal, la terapia puede efectuarse en su totalidad; por un lado, trabajar el déficit o problema que padece el niño, y por otro lado estimular y fomentar talentos innatos para conseguir su máximo desarrollo

 

¿Cuáles son las funciones del psicólogo infantil?

La intervención psicológica a los más pequeños exige técnicas, tanto de evaluación como de intervención, muy diferentes a las utilizadas con adultos. El psicólogo infantil debe contar con un conocimiento profundo en diversas áreas, además de en Psicopatología Infantil, como es la Psicología Evolutiva, la Psicología de la Educación o la Neurología. En Proyecto3 Psicólogos tenemos expertos en todas estas áreas para brindar a nuestros pacientes el mejor tratamiento posible.

 

Los 5 problemas más frecuentes en la infancia

  • Bullying

Solo en España cerca del 30% de los niños y adolescentes de entre 6 y 17 años han estado involucrados en un episodio de este tipo, ya sea como víctima o como agresor. Se define la conducta bullying como la violencia mantenida, física o mental, guiada por un individuo en edad escolar o por un grupo y dirigida contra otro individuo también en edad escolar que no es capaz de defenderse a sí mismo en esta situación, y que se desarrolla en el ámbito escolar.

  • Depresión infantil

Este trastorno se caracteriza por una alteración en el estado de ánimo del menor. Esto puede asumirlo en un profundo estado de tristeza o padecer cambios bruscos de humor.

  • Amigos imaginarios

Pese a que este fenómeno enriquece la imaginación y la interacción social, es importante observar cómo evoluciona el problema. Los «amigos imaginarios» suelen ser casos idealizados como duendes, hadas o superhéroes, o amistades invisibles con las que jugar.

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad infantil (TDAH)

Este trastorno del comportamiento está caracterizado por la distracción, periodos de atención transitoria, inquietud e inestabilidad emocional, hiperactividad y conductas impulsivas.

  • Divorcio de los padres

El divorcio de los padres puede provocar en el niño un importante impacto emocional. La separación puede provocar diferentes actitudes que afectan a los distintos ámbitos de su alrededor: sociabilidad, autoestima, estudio, comportamiento, etc.

 

¿Cómo saber si tu hijo necesita ir al psicólogo?

Es normal y algo común dudar sobre el criterio a seguir para saber si nuestro hijo necesita ayuda psicológica. Normalmente, son los propios padres quienes detectan un comportamiento anómalo en el menor. Mientras que, otras veces, son los profesores del colegio del niño quienes perciben el problema e informan a la familia.

Algunas de las señales que debemos observar en nuestros hijos son:

  • Cambio repentino de la conducta
  • Empeoramiento significativo en el rendimiento escolar
  • Dificultades en la lectura y en la escritura
  • Empeoramiento repentino del rendimiento escolar
  • Aislamiento de sus compañeros de clase, familiares o amigos
  • Hiperactividad
  • Impulsividad excesiva
  • Problemas de aprendizaje o de atención
  • Llamadas de atención de los tutores del colegio
  • Falta de atención
  • Ansiedad ante la separación con los padres

 


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Los niños con discalculia tienen dificultades para dominar el sentido numérico y el cálculo, por lo que comprenden mal los números, magnitudes y sus relaciones.

El manejo numérico supone en muchas ocasiones un problema para los niños, los padres y los docentes, por ello es esencial evaluar la dificultad presente y diseñar buenos programas de intervención específicas individuales.

¿Qué es la discalculia?

La discalculia es un trastorno específico del desarrollo de base biológica que afecta a los aprendizajes relacionados con la información numérica: el procesamiento numérico y el cálculo, provocando un bajo rendimiento en materias matemáticas mientras que en el resto se obtienen resultados dentro de la normalidad, es la llamada “dislexia de los números”.

La prevalencia de la discalculia entre la población escolar oscila entre 5-7% (cerca de 3 millones de personas en España), lo que significa que en una clase de 25 alumnos al menos un niño tendrá discalculia, una frecuencia similar a la de la dislexia y el TDAH.

Los niños con discalculia tienen dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos y el cálculo por lo que comprenden mal los números, magnitudes y sus relaciones, cuentan con los dedos para sumar en lugar de recordar la operación matemática como hacen sus iguales, confunde signos y números que son de grafía similar, y no consigue trabajar con abstracciones para el cálculo mental. Además, presentan dificultades en el razonamiento numérico, para aplicar conceptos, hechos u operaciones matemáticas.

Como en el caso de la dislexia uno de los pasos más importante es la detección precoz, puede ser detectable en la etapa preescolar, pero sobre todo será visible en la Educación Primaria. Debemos detectar si presenta dificultades a la hora de aprender a contar, clasificar, errores de escritura, problemas para seguir secuencias numéricas, omisiones de números al contar, problemas para ordenar o secuenciar números, etc. y si estos persisten en el tiempo es necesario realizar una evaluación para encontrar el origen de esa dificultad. Una vez detectada y evaluada podremos llevar a cabo una reeducación de esas áreas para mejorar el rendimiento matemático del alumno.

 

Cómo mejorar y tratar la discalculia

Para comenzar a reeducar la discalculia sería bueno comenzar por la estimulación de las dimensiones numéricas. Realizaremos tareas de identificación con representaciones manipulativas, actividades para nombrar, reconocer y representar números, trabajar la linealidad (regresiva y progresiva) y una vez aseguremos que estas dimensiones se han trabajado, comprendido y asimilado pasaremos a actividades de cálculo. Por último, trabajaremos tareas relacionadas con resolución de operaciones con enunciados verbales y tareas lógicas.

Además del trabajo de reeducación podemos realizar diferentes adaptaciones como son revisar los aprendizajes previos del niño antes de enseñarle nuevas habilidades, permitir al alumno dibujar o representar los datos al resolver problemas, entregar al alumno las fórmulas matemáticas enseñadas en clase, usar recursos manipulativos como monedas, bloques o rompecabezas para enseñarle conceptos matemáticos, usar apoyos visuales, etc.

Debemos tener en cuenta que este trastorno afecta a diferentes dimensiones como son la verbal, en la que activan zonas cerebrales propiamente verbales; la dimensión visual haciendo referencia al reconocimiento de la cifra en áreas posteriores del cerebro; la dimensión no verbal refiriéndose a la asignación de un valor a la cifra y la dimensión frontal necesaria para la resolución de operaciones de forma directa.

Muchos autores señalan la existencia de seis tipos de discalculia:

  • Discalculia verbal. Es la dificultad en nombrar cantidades matemáticas, números, términos, símbolos y relaciones.
  • Discalculia practognóstica. Problemas para enumerar, comparar y manipular objetos matemáticamente.
  • Discalculia léxica. Dificultad en la lectura de los símbolos matemáticos.
  • Discalculia gráfica. Dificultad para escribir cifras y signos matemáticos.
  • Discalculia ideo-diagnóstica. Dificultad para comprender conceptos y relaciones matemáticas.
  • Discalculia operacional. Dificultad en la realización de operaciones matemáticas.

 

Al intervenir diferentes áreas del cerebro es normal que los niños con discalculia presenten otros errores relacionados, como pueden ser la inhibición a nivel cognitivo, dificultades de concentración y atención en actividades numéricas, y problemas de memoria de trabajo y memoria a corto plazo, como otras dificultades como la dislexia.

Esto en muchas ocasiones dificulta el diagnóstico y la intervención, por ello debemos asegurarnos de detectar qué área o áreas no funcionan correctamente y centrar la intervención de forma individual. La discalculia presenta muchas dificultades en la etapa educativa de los niños, pero con una evaluación precoz y un trabajo individualizado de un profesional podemos solventar estos problemas y dar las herramientas necesarias para obtener buenos resultados académicos.

 

ELVIRA ROBLES ARENILLAS
Psicopedagoga en Proyecto 3 Psicólogos

Leer en Revista Magisterio nº 12280


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